
Inspirada en la canción El aragonés errante de Enrique Bunbury. Esta hada circense juega a desafiar la gravedad colgada de su aro rojo. Entre volteretas, guiños y piruetas imposibles, convierte el riesgo en diversión y el vértigo en carcajada. Siempre en movimiento, nunca quieta, parece decirnos que la vida es un circo donde el equilibrio se encuentra bailando al borde del abismo…¡y disfrutando cada giro en el aire!